martes, 20 de diciembre de 2011

¿Cómo consigo el mejor precio?



Antes de empezar a buscar el mejor precio vamos a aclarar varios conceptos equivocados bien extendidos entre todos los perfiles de clientes.
Lufthansa no es más caro que Air Berlín; Air France no es más barata que Iberia; Ryan Air no es menos cara que Vueling, puedo ir en Iberia más barato que en Easyjet, etc.
En general se puede afirmar que no hay compañías más caras o más baratas.
No se lo creen ¿verdad?.
 Para entenderlo se tendrán que esforzar solo un poco y leer con atención. Nos centraremos en las dos variables principales cuyo manejo está al alcance del cliente ya que el sentido final de esta web es que sepa y actúe en consecuencia.
                   Pantalla 4 de 4 de petición de precios de Madrid a Frankfurt en una agencia de viajes.
                   Oferta en posición número 41 es de 21,00€ ida y vuelta sin tasas de aeropuerto ni 
                    service fee de emisión. ¿qué les parece?, pues la vende Iberia, y la vende Lufthansa.

La oferta
Cualquier compañía aérea ofrece una amplia gama de precios para el mismo trayecto. Pongamos de media 40 niveles tarifarios por ejemplo para un viaje de Madrid a Frankfurt y regreso: 40,00 € ; 50,00€ ; 100,00€ ; 160,00€; ......; 280,00€; 300,00€; 320,00€;.......780,00€; 800,00€; y así más o menos hasta 1200,00€ en clase turista y 1700€ en business.

Imaginemos la cabina de turista del avión (p.ej. 250 plazas) virtualmente dividida en 40 espacios, uno para cada nivel tarifario, por ejemplo 10 plazas para la tarifa de 40,00€; 10 para la de 50,00€; 15 butacas para la de 100,00€ y así distribuido según varios parámetros de comercialización rentable del vuelo en función de complicadas variables.
Las más determinantes están basadas en: ingresos mínimos necesarios por vuelo; previsión de ocupación; perfil de cliente para la fecha; coste-resultado o amortización de campañas realizadas para una tarifa /destino; estimación de ofertas similares de la competencia; etc.
De lo anterior se puede deducir que estas “cortinas virtuales” que separan los cupos de butaca-precio, son flexibles y se van cambiando según los responsables del vuelo van consiguiendo sus objetivos de rentabilización a medida que se aproxima la fecha de salida del vuelo. 
Supongamos que a 3 meses de la salida del vuelo que analizo se ha vendido el cupo de 15 butacas a 100,00€, me puedo permitir aumentar de 10 a 15 las ofrecidas a 160,00€, o por el contrario, si la ambición de ingresos está en auge en este período, reduciré la capacidad de las de 100,00€ a 5 plazas, pues puedo suponer que a 160,00€ también me las van a comprar si aumento el cupo. Incluso podré solicitar un avión de mayor capacidad o aumentar frecuencia.

Del anterior ejemplo se puede deducir fácilmente por qué la mayor parte de las tarifas más baratas llevan asociadas normas o restricciones como:

-Antelación mínima obligatoria de compra. Si un nivel barato exige ser comprado             con un mes de antelación servirá para sondear las expectativas de             ocupación.
-Prohibidos los cambios de vuelo. Garantiza una ocupación mínima. Combinada con             la anterior esta restricción casi “chartea” una parte de la cabina.

(estos dos conceptos de producto son la antítesis del  “Show and go” o tarifas de último minuto que consisten en acudir al aeropuerto con billete sin reserva, sujeto a espacio, si quedan plazas te vas y si no te quedas, están muy extendidas en USA y otros pocos mercados. Generan a la compañía una capacidad de previsión de ocupación casi nula. El perfil de cliente de este tipo de billetes es también fácil de adivinar).

-Estancia mínima de fin de semana. Ayuda a llenar los aviones en días de baja             ocupación como son el sábado y el domingo.
-Estancia máxima permitida.  Cierra rápidamente el expediente del ingreso por billete.                                                                                                                                         

  Existen otras muchas restricciones y condiciones asociadas a cada tarifa pero están más en relación con el profesional que con el cliente, como descuentos permitidos; paradas permitidas; combinación con otras compañías; etc. 

Ahora podemos desterrar varias afirmaciones erróneas bien a menudo expresadas con ira, escándalo, sorpresa, indignación, etc y siempre como consecuencia del desconocimiento: 

¡ Es más caro un billete de Madrid a Frankfurt que de Madrid a Cancún!
Si, si comparas la superpromoción de Cancún con la más cara de Frankfurt, o si, si compras la de Cancún 5 meses antes de la salida y la de Frankfurt 2 días antes. O si, si comparas los zapatos del “chino” de al lado con unos “Manolos”.

¡ Es  5 veces más caro con Lufthansa que con Iberia !
Si, y al revés también es verdad. Depende de lo que le quede por vender a cada una de ellas cuando tu lo compres.
Acostumbrémonos, EL PRECIO de la butaca de avión es 1000 veces más fluctuante y variable que el valor de las acciones más negociadas.  ES DINÁMICO, siempre lo ha sido pero desde la proliferación del uso de internet como canal principal de venta, lo es mucho más. Habiendo quedado explicado cómo está directamente relacionado con la disponibilidad (plazas libres) solo tienen que imaginarse los miles de hogares, agencias de viaje, oficinas de compañía aérea, etc,  accediendo a esa oferta que en el caso de Madrid a Frankfurt ahora mismo son unos 10 vuelos diarios con una media de 180 plazas por vuelo, total 1800 butacas ofrecidas durante 24 horas y desde 362 días antes de la salida. 

             
Ya estamos preparados para saber dónde y cuándo comprar.

Sobre el Dónde vamos a diferenciar muy bien entre buscar y comprar. Para buscar lo mejor son las webs neutrales tipo Rumbo, E-dreams,  Lastminute,  Viajamucho, Opodo, etc, son buscadores cuyos ingresos llegan por venta y service fees o gastos de gestión, a cuyos propietarios les da igual vender una compañía que otra y están conectados a los principales GDSs (Global Distribution System) como Amadeus, Galileo, Sabre, Worldspan, Resiber, y Abaco, que es a su vez el mismo sitio al que se conectan las Agencias de viajes y las oficinas de las Compañías Aéreas.
 Ellos van a encontrar lo mismo pero de entre todo lo existente, mientras que la agencia de viajes y mucho más la compañía aérea tienen muy condicionadas sus prioridades de venta.
La respuesta a la clásica pregunta: ¿Dónde puedo comprar los billetes más baratos para ir a xxxxxxx...? es en cualquier sitio pero ya. Lo mires en Edreams, Rumbo,Lastminute, en la web menos intuitiva y peor organizada, lo busques en la agencia de viajes con mayor status, lo preguntes en las oficinas o web de la compañía aérea, lo que encontraremos será lo que quede en ese preciso instante.

EL SECRETO ES CUÁNDO, NO DÓNDE.
Una vez que se ha encontrado el mejor precio mediante el buscador web neutral, conviene ir a comprar a la página web de la compañía aérea o a sus oficinas ya que estas informarán mejor sobre su política de Franquicia  de equipaje, terminal de salida, hora límite de aceptación al vuelo y demás requisitos específicos  para ese producto concreto, además de ofrecer multitud de posibilidades como el checkin online, reserva anticipada de asiento, pago de exceso de equipaje online con descuento, anotación de tarjeta de pasajero frecuente, etc. O si esto significa algún problema,  acudir  a una agencia de viajes de las de pie de calle y de buena reputación.

Sobre el Cuándo comprar, creo que está dicho, lo antes posible, en cuanto se conozcan las fechas del viaje y elegido la compañía a la que le quedan en ese momento las plazas más baratas.

La explicación es sencilla: a las compañías les interesa tener una previsión a  medio plazo de ocupación fija, casi garantizada,  y así poder seleccionar los aviones con la capacidad oportuna  y la frecuencia conveniente a la expectativa de demanda u ocupación.  Este método de incentivar la compra anticipada y penalizar los cambios, cumple a la perfección con el objetivo de sondeo mejor que cualquier encuesta sobre intención de volar, y aún mejor con la meta de hacer caja mucho antes de prestar el servicio "charteando" una parte de la cabina. 
La antítesis es el concepto de tarifas "Show and go", el precio es baratísimo, se va al aeropuerto sin derecho a reserva y si quedan plazas se sale, y si no se espera al siguiente vuelo. 
Se utiliza mucho en el mercado doméstico de Estados Unidos, 6 horas antes, no saben si el avión va a ir vacío o lleno. Este tipo de tarifas  ha hundido a muchas compañías aéreas en aquel mercado. 
A este lado del Atlántico existe el concepto de billete abierto (sin reserva de plaza), pero como es lógico es mucho más caro que el resto de tarifas. Un ejemplo modelo sería el Puente Aéreo de Iberia, y lo más difundido son las  "Full Fare" (tarifas completas válidas para cualquier vuelo durante un año que permiten cambios y reembolso)


Resumiendo, si el viaje se puede preparar con mucho tiempo, conviene anticiparse con las consultas de horarios, precios y disponibilidad a través de los buscadores y hacer simulacros de compra. Si se tiene flexibilidad en fechas y horas se puede conseguir mucho más económico adaptándonos a los vuelos en los que aún estén disponibles los niveles tarifarios más baratos. Recabada la información y con las fechas y precios muy claros, entraremos en la web de la compañía elegida o contactaremos con la agencia preferida. 

Si por el contrario el viaje es inminente, y con fechas y horas muy concretas, será un milagro que no nos cueste una burrada, pues significa que las compañías no lo han hecho muy bien en su cometido primordial que es llenar el avión con una antelación razonable.
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